Tipos de apego infantil: claves e importancia

La infancia es uno de los periodos más importantes en el desarrollo mental de las personas, puesto que en ella se interiorizan hábitos y costumbres que ayudan a enfrentarse a la vida adulta. Durante esta fase de evolución psicológica y cambios continuos, el apego cobra protagonismo, pues determinará el rumbo del crecimiento de cada individuo.

Un docente con los conocimientos adecuados, como los que se imparten en el Grado en Magisterio de Educación Infantil de la Universidad Europea, es capaz de promover el apego de sus alumnos y, en su papel de cuidador, enseñar habilidades que resultan indispensables para su formación integral. Te contamos más detalles a continuación.

Definición y tipos de apego

El apego infantil es el vínculo emocional que los niños desarrollan con sus cuidadores desde el nacimiento, inicialmente con los padres y luego con otros responsables de su crianza, como educadores o el resto de sus familiares. Entre los tipos de apego infantil, destacan:

• Apego seguro: se trata del apego más saludable. En este caso, el niño experimenta la certeza de contar con el apoyo incondicional de su figura de apego, lo que le brinda ánimo y confianza para explorar su entorno.
• Apego inseguro o huidizo: los niños con este tipo de apego evidencian una falta de vínculo emocional con sus padres, mostrando indiferencia y ansiedad hacia ellos. Suelen desarrollar un nivel más alto de independencia y no suelen buscar apoyo en los momentos de estrés.
• Apego ansioso ambivalente: viene marcado por la desconfianza del niño hacia los extraños y una búsqueda ansiosa de cercanía con sus padres o seres queridos. El apego ambivalente suele generarle una reacción de ansiedad cuando se separa de su cuidador, de quien buscan la aprobación constante.
• Apego desorganizado: este tipo de apego infantil es confuso y errático. Puede alternar entre la cercanía y la distancia superficialmente, respondiendo principalmente a necesidades momentáneas.

Factores que influyen en la formación del apego en la infancia

Son muchos los factores que influyen en la construcción afectiva, moldeando la forma en que los pequeños establecen vínculos con sus cuidadores y el mundo que los rodea. Algunos de los más importantes son:

• Cultura: los niños se crían siempre dentro de un contexto cultural que influirá en sus creencias, emociones, valores y expectativas. En resumen, afectará a la manera en la que construyen su filosofía de vida.
• Edad: este factor está relacionado con las diferentes etapas de la vida y los niveles de experiencia que existen dentro del desarrollo. En función de las necesidades cambiantes del niño durante su crecimiento, el afecto tendrá una influencia mayor o menor.
• Sensibilidad y empatía: la experiencia de convertirse en padre o madre no solo crea un vínculo transformador, sino que impulsa a los progenitores a desarrollar nuevas formas de mostrar sensibilidad y empatía. Estas también influyen en el desarrollo socioafectivo de sus hijos.
• Tipos de apego aprendidos de los progenitores: los diferentes tipos de apego infantil a los que los padres estuvieron expuestos en su infancia afectan también a la forma en que crían y educan a los bebés. A veces, es necesario que estos profundicen en algunas carencias para no trasladarlas a sus hijos.
• Red de apoyo: para garantizar un desarrollo óptimo en el niño, es fundamental tener una red de cuidados que abarque amigos, vecinos y familiares. Esta ofrecerá una variedad de ayuda, confianza y seguridad emocional que puede no estar siempre disponible en la relación con los padres.

Cómo se establece un vínculo seguro en el aula

Como ente externo al hogar, los docentes desempeñan también un rol crucial en el progreso de los estudiantes. Desde su posición, pueden detectar problemas en el desarrollo de manera anticipada. Además, serán los encargados de brindar el apoyo necesario a los niños, o incluso a sus familiares, con el fin de superar estos baches, tal y como se enseña en el Máster en Educación Emocional.

Durante el tiempo que los niños pasan en las aulas, los profesores deben ayudarlos a superar las incertidumbres, así como orientar su exploración y atender sus necesidades en las clases. Para que todo esto sea posible, deben trabajar la construcción de un vínculo de apego seguro.

Una vez logrado esto, trabajar aspectos como el autoconcepto, la autoestima y la gestión emocional mediante juegos puede contribuir también a establecer una base sólida para el desarrollo adecuado del infante.

En el transcurso de la infancia, la formación de hábitos y actitudes marcará el camino del niño hacia la vida adulta. Por eso, en esta etapa definitoria, el tipo de afecto resaltará la identidad individual y decidirá los vínculos que entablarán los alumnos con otras personas. Por tanto, los profesionales que se especializan en titulaciones como el Curso en Inteligencia Emocional o el Curso en Neuropsicopedagogía son figuras con gran peso en el desarrollo infantil.