Los FPS o fotogramas por segundo forman parte del lenguaje visual en videojuegos, fotografía, cine y series ya que son fundamentales en lo referente a la calidad visual en cada uno de los medios.
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Los fotogramas por segundo describen la cantidad de cuadros individuales se muestran por segundo en un segundo de tiempo.
En cada medio el número de FPS varía, en el cine, por ejemplo, la norma ha sido durante años hasta hoy de 24 fotogramas por segundo. Por lo que cada segundo de tiempo está formado por 24 imágenes estáticas que se reproducen rápidamente creando la ilusión de movimiento. En el ámbito digital y videojuegos la cifra aumenta considerablemente, con las nuevas generaciones consolas se pueden alcanzar los 120 FPPS, sin embargo, el estándar es de 60 FPS.
Los fotogramas por segundo en videojuegos, animación en series o cine entre otros tienen un impacto directo en la percepción visual de los espectadores, mejorando la experiencia de visualización. Por otro lado, cuando hay una menor cantidad de FPS se observan imágenes entrecortadas también llamadas “lag” lo que se traduce en que los paquetes de datos llegan tarde o en un orden incorrecto.
En el sector cinematográfico y animación digital, una gran cantidad de fotogramas por segundo puede dar una sensación de hiperrealismo, por el contrario, un menor número de FPS dar lugar a una estética surrealista o nostalgita entre otros tipos de estéticas.
En el sector de los videojuegos la cantidad de fotogramas por segundo afecta tanto a la calidad visual como a la jugabilidad. Si en un videojuego los FPS no son los suficientes, la precisión de los movimientos del jugador se verán limitados y generará frustración en él.
Los fotogramas por segundo y la frecuencia de refresco no son lo mismo. La frecuencia de refresco es la cantidad de veces que se actualiza a pantalla y se mide en Hz. Una pantalla de 60 hercios muestra hasta 60 fotogramas por segundo, si es de 120 hercios puede mostrar hasta los 120 fotogramas por segundo.
Es importante que la frecuencia de refresco de la pantalla se sincronice con los FPS del videojuego, así que, si se juega con 144 fotogramas por segundo, el monitor debe tener 144 hercios, la mejor experiencia del jugador.
Los gamers suelen buscar la mejor fluidez posible para garantizar una experiencia de juego excepcional. Para crear un videojuego los desarrolladores intentan buscar equilibrio entre el rendimiento del juego y la calidad visual que ofrece.
Son muchas las discusiones que se generan alrededor del hardware y el rendimiento de los FPS. La mayoría de los jugadores adquieren tarjetas gráficas y monitores de alta frecuencia para mantener los fotogramas por segundos altos en los diferentes juegos que posee.
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