Los contratos laborales son los acuerdos que rigen la relación entre empresarios y empleados en el ámbito de trabajo. En ellos, los miembros del personal se comprometen a ofrecer ciertos servicios en nombre de los empleadores, siguiendo las indicaciones de estos, a cambio de una remuneración como contrapartida.
Aunque los contratos laborales varían dependiendo de las leyes aplicables en el país en el que se desarrolla la relación laboral, todos implican deberes y derechos tanto para los empresarios como los trabajadores. Las partes tienen que cumplir con lo estipulado durante la duración de los acuerdos, y la desobediencia de las cláusulas implicará una serie de consecuencias que también vienen recogidas en estos.
En una empresa, la gestión de los contratos laborales suele recaer en el departamento de recursos humanos (RR. HH.) o en un equipo de gestión de personal. Las titulaciones como el Máster en Recursos Humanos de la Universidad Europea dedican una parte de su programa a formar a los estudiantes acerca de los aspectos relacionados con el empleo, incluidas la contratación, la redacción y administración de contratos laborales. Estos mismos contenidos se pueden encontrar también en el Máster en Recursos Humanos online. Si te interesa este ámbito y quieres saber más sobre él, sigue leyendo.
Generalmente, todos los contratos de trabajo contemplan aspectos básicos como el cumplimiento de las leyes del país en el que se desarrolla la actividad laboral, el consentimiento de las partes, los servicios prestados y la retribución por estos, así como la duración y otros derechos y obligaciones de las partes. En concreto, las distintas partes que conforman los contratos laborales en España aluden a:
Después de la última reforma laboral, en la que se implementaron una serie de cambios, las modalidades de contratos de trabajo que hay actualmente en España son:
Contratos en los que no hay límites para la duración de la relación laboral entre empleador y empleado. Se pueden acordar verbalmente o por escrito, y la jornada laboral puede ser completa, parcial o para prestar servicios fijos discontinuos. Además, estos contratos pueden ser beneficiarios de incentivos a la contratación.
Contratos solo justificados por circunstancias de la producción o por sustitución de una persona empleada. Su jornada laboral puede ser completa o parcial, pero solo pueden formalizarse verbalmente si la jornada completa y la duración del mismo, por circunstancias de la producción, es inferior a cuatro semanas.
Contratos orientados a compatibilizar la actividad laboral retribuida de las personas empleadas con sus correspondientes estudios universitarios, de formación profesional o del Catálogo de Especialidades Formativas del Sistema Nacional de Empleo.
Estos contratos solo están permitidos en aquellos puestos de trabajo que conllevan prácticas profesionales adecuadas a los niveles de estudios o de formación que son objetos del propio contrato. En ellos, las empresas tienen que presentar los detalles de los planes formativos individuales. Además, se debe designar a personas cualificadas a cargo de las tutorías de las personas empleadas y del cumplimiento de los contratos.
La gestión de contratos laborales es un proceso desarrollado desde el inicio de los acuerdos y a lo largo del ciclo de vida de estos. Dentro de una empresa, esta tarea recae un gerente de personal o en un equipo encargado de realizar esta y otras funciones de recursos humanos.
La gestión de los contratos laborales es una tarea básica para todo empleador y departamento de RR. HH. Además, los cambios en el mercado laboral relacionados con el modelo de trabajo híbrido o con el uso de herramientas digitales como el big data, la inteligencia artificial o el análisis de datos para la gestión de personal han dado lugar a nuevas tendencias de recursos humanos. Conocerlas es imprescindible para las personas expertas en este sector de la industria.
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